Dentro
del ocio y tiempo libre en familia,
podemos dedicar tiempo a juegos y técnicas de relajación.
Vivimos
día a día en una sociedad con muchos
estímulos y ruidos: en el colegio, en la casa, en las tiendas, con las
tecnologías… Esto provoca más irritabilidad e inquietud y menos capacidad de
concentración.
Distintos
profesionales hablan de la importancia del SILENCIO
en el desarrollo integral del niño/a. El silencio le ayuda a la asimilación de
contenidos, la reflexión, le ayuda a conocerse, a tomar decisiones, etc.
Existen
distintas técnicas de relajación que podemos realizar con nuestros/as hijos/as
que les ayudará a reforzar distintos beneficios
como:
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Aumenta
la confianza en uno mismo.
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Mejora
la memoria y la concentración.
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Mejora
la calidad del aprendizaje.
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Permite
distender el organismo y disminuir el estrés muscular y mental.
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Canaliza
las energías del niño/a.
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Ayuda
a vencer la timidez.
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Enriquece
la sensibilidad.
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Tras
la actividad física, permite alcanzar un estado de bienestar y tranquilidad.
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Reduce
la ansiedad.
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Mejora
la calidad del sueño.
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Mejora
la circulación sanguínea.
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Disminuye
los ataques de pánico y la angustia.
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Los/as
niños/as que padecen asma pueden prevenir las crisis o disminuirlas.
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Produce
bienestar global.
En
el siguiente enlace podréis acceder
a una página en la que aparecen distintos ejercicios de relajación que podéis
realizar junto a vuestros/as hijos/as. Son ejercicios
muy completos, ya que además de perseguir la propia relajación, consigue que
los/as niños/as sean capaces de reconocer su propio cuerpo y las distintas
emociones.
Otra técnica de relajación,
tanto para adultos como para niños, es dibujar o colorear MANDALAS.
Dibujar
o colorear mandalas tiene muchos beneficios
como el fomento de la atención y concentración, favorece el desarrollo de la
psicomotricidad fina de manos y dedos, favorece su creatividad e imaginación,
reduce el estrés y ansiedad, ayuda a desarrollar la paciencia, el tesón, la
perseverancia y la constancia; posibilita que introduzcamos nuevo vocabulario,
de colores, formas, tamaños o emociones; propicia el aumento de la autoestima
al permitir que el/la niño/a cree algo propio y único, etc.
