La
autonomía es la facultad que les
permite ser capaces de hacer las cosas
por sí mismos. Es una de las bases de una personalidad madura y una sana autoestima. Es fundamental prestar
atención al desarrollo de la autonomía de nuestros niños/as y de este modo
educarlos para que sean adultos responsables,
capaces de tomar sus propias decisiones y de asumir sus errores aprendiendo de
ellos.
Es
interesante conocer en qué etapa de
desarrollo se encuentran, ya que lo que se espera que puedan hacer por
ellos/as mismos/as tiene que ir ligado a las habilidades que van desarrollando a
través de los años.
Esta
imagen nos puede ayudar a conocer las habilidades
y capacidades que los/as niños/as van adquiriendo según su edad,
permitiéndoles enfrentarse a las dificultades o retos cotidianos y afrontar sus decisiones para que cada vez sean más autónomos.
Beneficios de educar para el desarrollo
de su autonomía.
·
Favorecemos
una sana autoestima y autoconcepto.
·
Dotamos
al niño/a de confianza en sí mismo/a.
·
Potenciamos
el desarrollo de una personalidad madura.
·
Les
hacemos capaces de tomar sus decisiones sin miedo a equivocarse.
Consejos para
desarrollar la autonomía y educarles en la responsabilidad:
- Dales poco a poco pequeños encargos adecuados a su edad y nivel de desarrollo (vestirse,
comer, higiene, poner la mesa, recoger sus cosas, etc.)
- Deja que se ocupen de estas pequeñas
responsabilidades por sí mismos/as. En un primer momento explica cómo hacerlo, a continuación deja que lo hagan mientras supervisas y guías y finalmente
déjales solos/as.
- Fomenta la seguridad en sí mismo/a dejando que
haga determinadas tareas sin tu ayuda.
- Evita
sobreprotegerle y hacer cosas que puede hacer solo/a. Aunque nos permita
ahorrar tiempo y parezca más cómodo, no debemos hacer lo que ellos/as pueden hacer
solos/as.
- Enséñales a aprender de sus errores. Deja que cometan errores y ayúdales a
pensar qué es lo que hicieron mal y que es lo que pueden cambiar.
- Implica a tus hijos/as en el establecimiento
de las reglas y normas. Si estas
implicados/as, las comprenderán y serán más responsables con las mismas.
- Deja que tomen sus decisiones, para ello
limítate a servir de guía. Prueba a
proponerles diferentes opciones, por ejemplo: o haces los deberes ahora, o los
haces después de merendar pero no podrás ver la tele. De este modo conseguimos
que sean ellos/as mismos/as los/as que decidan y valoren las consecuencias.
- Enséñales
a tomar decisiones, muéstrele como analizar opciones, planificar y
anticipar. Explícales que son libres
para decidir, pero que cada acción tiene sus consecuencias.