jueves, 23 de junio de 2016

Juegos para trabajar el afecto y las emociones

Es importante que desde pequeñitos, los niños y niñas aprendan a reconocer las emociones y la función que cumple cada una de ellas, para que así sepan reconocer cuando sienten una emoción en alguna situación, y sean capaces de gestionarlas correctamente.

A través de distintas situaciones, los/as niños/as van aprendiendo que a veces están alegres, otras tristes, sorprendidos o con  miedo. Aprenden que no hay emociones “buenas” o “malas”, todas y cada una de ellas son necesarias y nos ayudan a enfrentarnos a las situaciones que nos ocurren a diario en nuestra vida.

Es importante enseñar a los/as niños/as a expresar las emociones, para que sepan reconocerlas y gestionarlas poco a poco. A continuación, dejamos unos juegos que podemos hacer con nuestros/as hijos/as para trabajar este tema.



LA VARITA MÁGICA
Consiste en que dentro de una bolsa o caja se meterán diversas láminas con el dibujo de caras en las que se expresen diferentes emociones. El padre o la madre, que tendrá una varita mágica en sus manos, sacará una lámina al azar y tocará a los pequeños con la varita. Según los vaya tocando, los niños y niñas del grupo irán transformando sus caras mostrando la expresión de la emoción que haya salido anteriormente.
La principal función que se desarrolla en este juego es la afectiva-emocional ya que a través de este juego el niño exterioriza sus emociones y aprende a controlar la ansiedad que le producen ciertas situaciones de la vida cotidiana. Esto lo hace manifestando sus sentimientos y estados de ánimo como: alegría, miedo, cariño, rechazo, agrado, desagrado, deseo y fantasía, entre otros. Posteriormente, llegará a identificar estas expresiones en otros niños y adultos.

¿QUÉ PUEDO HACER CUANDO ME SIENTA…?
Podemos inventar un personaje de cuento o crear una marioneta a la que le sucederán cosas cotidianas como las que les pueden pasar a los niños y niñas. Esto servirá para que ellos expliquen sus emociones y aprendan que la mayoría de problemas pueden tener alguna solución. Una vez contadas las historias se pueden hacer dibujos referentes a lo que han explicado indicando el estado de ánimo: me siento triste, estoy enfadada, me he asustado, etc.

GORROS DE COLORES
Consistirá en explicar historias donde el protagonista esté triste o contento. Se dispondrá de unas láminas de niños y niñas con rojo  y verde para que ellos confeccionen gorros. Si la historia es alegre y por tanto utilizamos caras sonrientes, diremos a los pequeños que les pongan un gorro verde, y si es triste, un gorro rojo. También podemos darles colores para que pinten los gorros directamente encima de cada cara.

EL RELOJ DE LAS EMOCIONES
Colocaremos una máquina con un dibujo de un reloj en el que en lugar de horas habrá caras de niñas y niños con diferentes expresiones faciales, representativas de otras tantas emociones. Los niños y niñas deberán señalar con las agujas del reloj la emoción que se ajuste a la que presente el protagonista de la historia relatada por el padre o la madre.